Enfocando la desigualdad

El objetivo de este artículo es exponer distintas ideas sobre cómo la desigualdad afecta a la sociedad y qué alternativas se pueden tomar para paliar el efecto de esta.

Ideas Previas.

En primer lugar, es importante una definición de referencia a partir de la cuál desarrollar el concepto de desigualdad. La desigualdad se puede tratar como la aparición de diferencias provocadas por razones cuestionables, como son la raza, la cultura, el sexo o las diferencias económicas.

A lo largo de la historia, estas diferencias han existido siempre, pero ¿significa eso que es algo natural e inherente al ser humano? La respuesta a esta pregunta es sencilla, no. Son muchos los estudios que indican que el ser humano aprende a discriminar, por lo que el rechazo a otras personas no es algo inherente a la naturaleza de las personas.

Propuestas de valor.

Continuando en esta línea, podemos llegar a afirmar que muchas de las desigualdades tienen una causa social. Por ejemplo, las desigualdades vividas en el pasado con motivo del género. Por este motivo, la educación es un pilar fundamental para transformar a la sociedad.

A pesar de que son muchos los que respaldan la sociedad como causa, existen diferencias en la interpretación y en el modo de actuación. Mientras unas ideas defienden que estas diferencias se deben paliar desde las instituciones públicas y que éstas son fundamentales, hay quienes opinan que al ser una causa social la solución debe ser un consenso social.

Una idea muy extendida es que el estado debe regular las situaciones que producen desigualdades y que deben ser las administraciones públicas quienes vigilen y aporten recursos para que estas políticas tengan éxito. Esta idea tiene dos inconvenientes principales: esas regulaciones ya están vigentes y no todas están teniendo resultados positivos, y el riesgo de sesgo ideológico en las políticas empleadas.

Otra idea para considerar es que la sociedad debe evolucionar, es decir, ese constructo social en el que hay personas que son mejores a otras debe evolucionar y ser la misma sociedad la cura de esa enfermedad. Esta idea se considera poco funcional, sin embargo, encontramos personalidades como Arturo Pérez-Reverte que, de cierto modo, invitan a pensar que no es una idea tan alocada. El escritor ha afirmado varias veces que los cambios sociales deben ser propuestos por la misma sociedad y no impuestos por entidades externas.

Es importante hablar también en un contexto económico. Las desigualdades en estos términos son muy importantes, dados los preocupantes datos mundiales de pobreza. Históricamente (y en la actualidad), los países con mayores índices de pobreza son países con una economía planificada. No obstante, los países más libertarios presentan dificultades de desigualdad, es decir, son ricos, pero existen más diferencias porque esa riqueza no está distribuida entre la población.

Por este motivo, existen muchas críticas al liberalismo económico, aunque cabe destacar afirmaciones como la del economista Ludwig Von Mises: “Aquellos que luchan por la libre empresa y por la competición libre no defienden los intereses de aquellos que son ricos hoy. Ellos quieren que se deje libertad a hombres desconocidos que serán los emprendedores del mañana”. Es decir, el liberalismo apuesta por el crecimiento de una sociedad, no por el enriquecimiento de unos pocos.

Conclusiones.

Como aporte personal, sería interesante un modelo parecido al de Estonia. Estonia es un país que se ha convertido en un referente europeo de innovación, facilitando la inversión externa y desarrollando propuestas legislativas que garanticen derechos sociales. Se trata de un país que en términos económicos (PIB per cápita) ya ha superado a España y que en términos sociales ha evolucionado en muchos aspectos, siendo uno de los principales las diferencias entre hombre y mujeres.

En definitiva, hablamos de un sistema centrado en dos vertientes importantes como son el crecimiento económico y la mejora social. Tomar medidas de referencia de este país, como las propuestas que ha presentado para combatir la brecha salarial, pueden ser de interés para combatir los efectos de la desigualdad.

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